Todo está entrelazado; el espacio es un concepto que da la impresión de separación. Podemos aplicar la intención a nuestros pensamientos y emociones en beneficio de otro ser y así como proyectamos Reiki al paciente a cinco centímetros sobre su cuerpo lo podemos hacer a 10 kilómetros de distancia o más. Cuando recordamos alguna experiencia nuestro cuerpo reacciona como si lo estuviéramos viviendo en el presente; igual si imaginamos algún hecho que no ha ocurrido, el sentimiento que nos genera afecta nuestro organismo y nuestra realidad en el momento actual. De igual modo podemos enviar Reiki a acontecimientos pasados para sanarlos o futuros para ponerlos en nuestra línea de tiempo; la clave está en la intención, la visualización y la práctica. Cualquier persona lo puede hacer, siguiendo ciertos comportamientos que desarrollen la aptitud necesaria para lograrlo. La energía del amor abarca todo y a todos y es el medio por el cual fluye Reiki.
Entrevista y terapia se hacen por videoconferencia. Se hace una entrevista inicial para entrar en confianza con la persona permitiéndole expresar sus inquietudes y expectativas en cuanto al procedimiento que se va a realizar. Del mismo modo se le explica el fundamento, el método y el alcance de una terapia de Reiki, el origen de las enfermedades y se dan sugerencias para mantener un buen estado de salud.
Posteriormente se le pide a la persona que se ubique en un sitio cómodo y tranquilo, preferiblemente con música relajante donde pueda recibir la terapia. Reiki no está limitado por la distancia ni el tiempo así que utilizamos la visualización para transmitir la energía al organismo del receptor. Los efectos son los mismos que en la terapia presencial. Cada terapia tiene una duración aproximada de 40 minutos. Según el estado del individuo se sugiere la cantidad de terapias necesarias, aunque es la persona quien decide cuándo suspenderlas de acuerdo con la mejoría que vaya experimentando.